Mama, ¿estás ya cansada de la vida?
No te preocupes más por mi.
Estoy en el autobús en dirección contraria a la realidad.
Te preocupas mucho por tu hijo.
Tu y tu sombra... sois tan grandes.
Tan bonita es tu sombra.
Gracias a tu protección he bebido un vaso de agua y he comido un plato de comida.
Perdona que haya robado y me haya hecho pis en la escalera porque no aguantaba más.
Ahora te colgaré y pediré mil perdones.
Tengo media hora para desaparecer.
Perdón, perdón, perdón, perdón, perdón, perdón...
Autor: "anónimo pasajero del autobús de la vida"